Entre las interpretaciones dadas por algunos filósofos, señalamos, sobre todo, aquel del filósofo y pedagogo Omraam Mikhaël Aïvanhov, el que ha proyectado con sus obras una nueva luz sobre las parábolas de los Evangelios.
Los Evangelios sorprenden desde el comienzo por su forma narrativa.
Los Evangelios sorprenden desde el comienzo por su forma narrativa.
Aunque dejan en la sombra muchos pasajes de la biografía de Jesús, a veces informan detallamente de su vida cotidiana, presentando frecuentemente su enseñanza en forma de alegorías.
El inmenso interés del método interpretativo de Aïvanhov consiste en considerar estos relatos cortos, reales o simbólicos, como datos de situaciones psicológicas. Las diez vírgenes invitadas a las bodas del Esposo, el propietario rico pidiendo cuentas a su administrador, el patrón que va a alquilar obreros para su campo, así como los discípulos aterrorizados por la tempestad despertando a Jesús dormido en la barca, la cuestión del impuesto al César...quedan desprovistos de su carácter eventual y pintoresco, es decir, externo y de limitada proyección, convirtiéndose en realidades constantes de nuestra vida interior en el seno de la cual se enfrentan y se reconcilian las fuerzas antagónicas espirituales y materiales.
El Evangelio puede ser, por lo tanto, un gran manantial de enriquecimiento en cuánto podemos hallarle en ello, concretamente, verdad y métodos susceptibles de ser utilizados por nuestro recorrido cotidiano de perfeccionamiento
Aivanhov afirma en la obra del título "Sois dioses" (Salmos 82:6; Evangelio de San Juan 10:34) que « Jesús fue al mas grande revolucionario de entre los enviados de Dios, fue el primero en transgredir todas las costumbres antiguas, y expió en la cruz la audacia que tuvo al decir que él era hijo de Dios al igual que lo son todos los seres humanos.
El inmenso interés del método interpretativo de Aïvanhov consiste en considerar estos relatos cortos, reales o simbólicos, como datos de situaciones psicológicas. Las diez vírgenes invitadas a las bodas del Esposo, el propietario rico pidiendo cuentas a su administrador, el patrón que va a alquilar obreros para su campo, así como los discípulos aterrorizados por la tempestad despertando a Jesús dormido en la barca, la cuestión del impuesto al César...quedan desprovistos de su carácter eventual y pintoresco, es decir, externo y de limitada proyección, convirtiéndose en realidades constantes de nuestra vida interior en el seno de la cual se enfrentan y se reconcilian las fuerzas antagónicas espirituales y materiales.
El Evangelio puede ser, por lo tanto, un gran manantial de enriquecimiento en cuánto podemos hallarle en ello, concretamente, verdad y métodos susceptibles de ser utilizados por nuestro recorrido cotidiano de perfeccionamiento
Aivanhov afirma en la obra del título "Sois dioses" (Salmos 82:6; Evangelio de San Juan 10:34) que « Jesús fue al mas grande revolucionario de entre los enviados de Dios, fue el primero en transgredir todas las costumbres antiguas, y expió en la cruz la audacia que tuvo al decir que él era hijo de Dios al igual que lo son todos los seres humanos.
La insistencia con la que Jesús subrayaba la filiación divina del hombre, escandalizaba e irritaba a los escribas y a los fariseos hasta el punto de que, un día, intentaron lapidarle.
Pero Jesús les dijo:
"Os he hecho ver varias buenas obras que vienen de mi Padre:
¿por cuál de ellas me lapidáis?"
Los judios le respondieron:
"No te lapidamos por ninguna buena obra, sino por una blasfemia, y porque tú, que eres un hombre, te haces pasar por Dios.
" Y fue entonces cuando Jesús les recordó un versículo de los Salmos:
¿Acaso no está escrito en vuestra ley,
"Yo he dicho: Sois dioses?" »
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