La identificación y la fascinación conducen al sueño de la conciencia.
ejemplo:
vais muy tranquilos por la calle, os encontráis de pronto con una manifestación pública, vociferan las multitudes, hablan los líderes del pueblo, ondean al aire las banderas, las gentes parecen como locas, todos hablan, todos gritan.
Aquella manifestación pública está muy interesante, ya vosotros os olvidasteis de todo lo que teníais que hacer, os identificáis con las multitudes, las palabras de los oradores os convencen.
Tan interesante está la manifestación pública que ya os habéis olvidado de sí mismos os habéis identificado con aquella manifestación callejera, que ya no pensáis en otra cosa, estáis fascinados, ahora estáis fascinados, ahora caéis en el sueño de la conciencia, mezclados con las multitudes que gritan, vosotros también gritáis y hasta lanzáis piedras e insultos, estáis soñando a lo lindo, ya no sabéis quién sois, se os ha olvidado todo.
Vamos ahora a poneros otro ejemplo más sencillo, estáis en la sala de vuestra casa sentados ante la pantalla de televisión, aparecen escenas de vaqueros, hay balaceras, dramas de enamorados, etc., etc.
La película resulta muy interesante, ha llamado totalmente vuestra atención, ya os habéis olvidado tanto de sí mismo que hasta gritáis entusiasmados, estáis identificados con los vaqueros, con los balazos, con la pareja de enamorados.
La fascinación es ahora terrible, ya ni remotamente os acordáis de sí mismos, habéis entrado en un sueño muy profundo en esos momentos sólo queréis ver el triunfo del héroe de la película, os alegráis con él, os preocupa la suerte que pueda correr.
Aquella manifestación pública está muy interesante, ya vosotros os olvidasteis de todo lo que teníais que hacer, os identificáis con las multitudes, las palabras de los oradores os convencen.
Tan interesante está la manifestación pública que ya os habéis olvidado de sí mismos os habéis identificado con aquella manifestación callejera, que ya no pensáis en otra cosa, estáis fascinados, ahora estáis fascinados, ahora caéis en el sueño de la conciencia, mezclados con las multitudes que gritan, vosotros también gritáis y hasta lanzáis piedras e insultos, estáis soñando a lo lindo, ya no sabéis quién sois, se os ha olvidado todo.
Vamos ahora a poneros otro ejemplo más sencillo, estáis en la sala de vuestra casa sentados ante la pantalla de televisión, aparecen escenas de vaqueros, hay balaceras, dramas de enamorados, etc., etc.
La película resulta muy interesante, ha llamado totalmente vuestra atención, ya os habéis olvidado tanto de sí mismo que hasta gritáis entusiasmados, estáis identificados con los vaqueros, con los balazos, con la pareja de enamorados.
La fascinación es ahora terrible, ya ni remotamente os acordáis de sí mismos, habéis entrado en un sueño muy profundo en esos momentos sólo queréis ver el triunfo del héroe de la película, os alegráis con él, os preocupa la suerte que pueda correr.
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